Dr. Rolando Rivera: La modestia de quien mejora vidas
El sueño era el de ser piloto, pero a los 14 años se desvaneció por la necesidad de utilizar anteojos. Quién sabe qué diferente sería hoy el campo de la urología y la cirugía reconstructiva en el Suroeste de la Florida si ese sueño no se hubiese roto para un adolescente Rolando Rivera.
Por aquel entonces, uno de sus hermanos mayores –el Dr. Rivera es el cuarto de 5 hijos- había entrado en la escuela de medicina y vio en él alguien a quien podía emular. “La medicina era una buena carrera que se ajustaba a mis habilidades”, explica el puertorriqueño. “Para mí hubiese sido bien difícil ser abogado, por ejemplo tener esa facilidad con el lenguaje y la elocuencia necesaria”.
Sin embargo, elegido estudiante destacado nacional en Puerto Rico (1985-1988), distinguido joven de Carolina (Puerto Rico, 1987) y premiado por el Departamento de Energía de la Ciencia en 1988, sus capacidades sí se acomodaban a la medicina.
“Mis padres siempre quisieron darnos la mejor educación. Eran estrictos y esperaban lo mejor de nosotros: no demandaban excelencia, pero sí esfuerzo. Las expectativas eran de dar lo máximo siempre”, cuenta el Dr. Rivera de sus progenitores, quienes criaron a cinco hijos, hoy todos profesionales.
Comprometido con sus pacientes
El Dr. Rivera desprende un aire de timidez y modestia que le lleva incluso a decir que no cree que se merezca a portada de la revista que usted tiene entre sus manos, otra herencia que recibió de sus padres: la humildad. Cualquiera quedaría impresionado leyendo el currículum del galeno, y aún así el Dr. Rivera habla de su experiencia con asombrosa sencillez.
Con una beca del Ejército de los EE.UU., el joven Rolando Rivera ingresó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, graduándose con honores y siendo seleccionado miembro de honor de la sociedad Alpha Omega Alpha.
Después de su paso por la universidad, el galeno sirvió en las fuerzas armadas, una experiencia única en la formación del médico: “Aprendí mucho ya que tuve mucha exposición en la medicina primaria”. Pero su objetivo nunca cambió, y tras su licencia honrosa en junio del año 2000, comenzó su residencia en urología en el Shands Medical Center de la Universidad de Florida (Gainesville, FL), donde fue nombrado AUA Gerald P. Murphy Scholar en 2002 y en 2005.
D’Latinos Magazine (DLM) ¿En qué consiste su especialidad?
Rolando Rivera (RR) “La urología es una especialidad de la medicina y rama quirúrgica donde se atienden todas las enfermedades que afectan al tracto urinario, desde los riñones hasta la vejiga. En los hombres incluye la próstata y el sistema genital (testículos, pene); y en las mujeres incluye la uretra, entre otros órganos.
Algunas de estas enfermedades son los cálculos renales, anomalías congénitas y cánceres del tracto urinario”.
DLM ¿Cuáles son los casos que más trata?
RR “En mi práctica particular veo más casos de disfunción urinaria y de reconstrucción. En nuestro grupo hay otros médicos que se dedican más a los casos de cáncer, aunque yo también los trato en ocasiones”.
DLM ¿Qué fue lo que le atrajo de la urología?
RR “Me gustaba de la urología que era bien amplio el campo, en término de los diferentes problemas que se atienden, la diversidad, las condiciones y el tipo de paciente que se atiende.
En urología hay mucha oportunidad para establecer relaciones a largo plazo con los pacientes y para mejorar su calidad de vida. Lo que más me satisface y llena es ver que la gente esté bien y contenta con sus resultados. Mi compromiso con los pacientes es siempre dar lo mejor de mí y mi mayor esfuerzo.
Asimismo, este campo es una de las especialidades que siempre está buscando innovarse y hacer cosas nuevas, y eso siempre me interesó”.
Tanto así que el doctor también ha querido ser partícipe de esa innovación, y sus numerosos artículos, investigaciones y presentaciones son prueba del compromiso y la pasión que Rivera tiene por la urología.
DLM ¿Cómo esta parte de la profesión le ayuda a la hora de tratar a sus pacientes?
RR “Cuando uno participa en el proceso de innovación, te ayuda a estar más pendiente a lo que se publica, a mantenerse al tanto de lo que ocurre. Es parte del proceso de muchos de nosotros y por eso nos exponemos a la investigación clínica. Le da a uno la habilidad de presentar las ideas concretamente, de una manera que otras personas lo puedan entender, y a la misma vez te enseña a entender lo que otras personas presentan. Amplía tu criterio y tu habilidad de ser crítico, y a la vez te ayuda a aprender”.
De estos estudios, el Dr. Rivera aprendió, por ejemplo, cómo las inyecciones de Botox® A son seguras y eficaces para el tratamiento de vejigas hiperactivas neurogénicas, siendo ésta una de las opciones alternativas para hombres y mujeres que sufren incontinencia urinaria y de vejiga hiperactiva, para las cuales también se la utilizan la neuromodulación InterStim®.
Igualmente, el galeno Magna Cum Laude encabeza la lista en la utilización de la tecnología más avanzada tanto para la incontinencia urinaria como para el prolapso vaginal, con tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos: “Lo que a mí siempre más me ha interesado ha sido la cirugía reconstructiva, la laparoscópica y la robótica”, relata el médico puertorriqueño, siendo hoy uno de los primeros cirujanos en el Suroeste de la Florida en utilizar el robot da Vinci® en la reparación del prolapso vaginal.
DLM ¿Cómo ha cambiado la tecnología en su especialidad en los últimos años?
RR “Cuando yo empecé en urología, la cirugía robótica se hacía muy poco, no era tan común; hasta la cirugía laparoscópica no era tan frecuente, aunque durante mi residencia sí aprendimos a hacer esta última cirugía. Estamos hablando de hace 7 u 8 años, período en el que ha cambiado drásticamente la cara de la urología.
Te puedo contar como ejemplo que en mi tercer año de residencia las cirugías renales se hacían abiertas, y hoy en día si uno hace una cirugía abierta te miran como si estuvieras fuera del estándar. La cirugía básica de riñón, donde los tumores son más pequeños, se hacen todos a través de la laparoscopia o de forma mínimamente invasiva”.
Eso es lo que interesa al médico de Specialists in Urology. A Rolando Rivera, subespecializado en Cirugía Pélvica y Reconstructiva, Disfunción Miccional, Incontinencia y Urodinámica por la Universidad de Miami (Florida), le gusta más la reconstrucción que no la extirpación: “Todo lo que tenga que ver con preservación de órganos y mínimamente invasiva me interesa”.
Presidente de la Sociedad Médica
La Sociedad Médica del Condado de Collier representa a los médicos del área, siendo una voz conciliatoria, “donde los médicos podamos presentar los puntos que son importantes para nosotros”, explicaba el Dr. Rivera. “No somos un organismo político divisor, sino conciliador, donde los médicos pueden compartir, comunicarse, socializar, hacer networking y participar, ya que si no participamos no nos podemos quejar”.
Desde hace un mes, mayo de 2012, el doctor que quería ser piloto, es hoy, y durante un año, el Presidente de la Sociedad Médica del Condado de Collier, habiéndose convertido en el segundo médico hispano en ocupar este cargo, de los 54 que ya han pasado por esta silla.
DLM ¿Qué siente al ocupar hoy este cargo?
RR “Para mí es todo un orgullo tomar posesión de este cargo, pero sobre todo siento la inmensa responsabilidad de hacer algo que sea beneficioso para la comunidad. A mi marcha quiero poder decir que he dejado un legado importante, con la creación de una fundación donde se puedan juntar recursos para ayudar personas que no tendrían acceso a ellos de otra manera”.
DLM ¿Cuál sería el objetivo de esta fundación?
RR “Se trata de tener la oportunidad de dirigir fondos para que se puedan dar becas, por un lado, así como programas de educación para la sociedad: prevención de accidentes con los niños, prevención en el uso de drogas en las escuelas, etc. Con la fundación todo ello se podría hacer de forma más directa, proveyendo con los fondos necesarios. Sería para mí una bendición que lográramos ayudar a todos esos individuos”.
En ello encontramos otra de las enseñanzas que le dieron sus padres, la de estar activo, involucrado y ayudar a la sociedad. Ahora el Dr. Rolando Rivera tiene la oportunidad de devolver más a su comunidad, y por ello también forma parte del Club Rotario de Bonita Springs, donde hombres y mujeres unen sus esfuerzos recaudando dinero para fundar programas locales e internacionales.
Su mujer, Claudia Rivera, comparte sus mismas inquietudes filantrópicas, quien a través de la Sociedad Médica del Condado de Collier conoció el programa Immokalee Teen Parenting: “Me gustaría recaudar más dinero para estas niñas”, dice el galeno, “que de una manera u otra están limitadas en sus oportunidades. Son niñas muy brillantes que se merecen progresar y que, por cualquier razón, no han tenido las posibilidades. Sería un proyecto bien satisfactorio”.
La vida de doctor
Padre de dos niñas, de 12 y cuatro años, y de un niño de dos, los Rivera se establecieron en Florida por su proximidad a la Isla del Encanto, donde viven sus familias. Hoy, en la práctica privada, el Dr. Rivera es parte del grupo Specialists in Urology, así como personal médico para el NCH Healthcare System, Lee Memorial Health System y el Physicians Regional Medical Center.
DLM ¿Cómo es un día en su trabajo?
RR “Los urólogos pasamos mucho tiempo en la clínica, viendo a pacientes, haciendo consultas y seguimientos. De cinco días de la semana, tres y medio estamos en la oficina; el resto lo ocupamos haciendo cirugías”.
DLM ¿Cuál sería el consejo que nos daría para que no tengamos que visitar su consulta?
RR (Ríe) “Sin sonar paranoico, la dieta que comemos nos afecta mucho. Me parece que estamos expuestos a muchas cosas que no son saludables. Más allá de que estamos viviendo una preponderancia de cánceres que antes no se veían tanto, me pregunto si eso tiene que ver con algo en el ambiente y en las cosas que comemos.
Las personas que llevan una dieta mucho más saludable –más natural, más orgánica- tienen mejores resultados médicos, tanto al evitar condiciones médicas como al recuperarse de ellas. Obviamente hay un factores genéticos que no se pueden impedir, pero, definitivamente, la buena salud empieza con buena nutrición.
Desde el punto de vista urológico, en la Florida existen muchos fallos renales. La razón: la gente no toma suficiente agua y se deshidratan. Así que hay que tomar mucha agua, especialmente en la Florida porque siempre hace calor y se perspira mucho.
Desde el punto de vista médico, cuando las cosas se diagnostican a tiempo, es más fácil de tratar, siempre. Lo que se puede prevenir, se previene, y lo que no, se trata temprano”.
Ya más cómodo y abierto, el Dr. Rivera se enfrenta a la sesión de fotografías sin vergüenza, mostrando su lado más divertido y conversando abiertamente con una servidora, desde nuestros lugares de nacimiento hasta el sistema de salud estadounidense. No quedan dudas de que este médico hispano del Suroeste de la Florida sí se merecía la portada de D’Latinos Magazine de este mes.
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