El prolapso vaginal: Un problema más común de lo conocido
Puede que usted nunca haya oído hablar de ello o puede que usted nunca haya querido hablar de ello. “El prolapso vaginal es un problema muy común que se da en las mujeres a partir de los 30-40 años, mucho más frecuente después de la menopausia”, explicaba el Dr. Max Kamerman, especialista en Obstetricia y Ginecología.
El prolapso vaginal ocurre cuando las paredes vaginales caen hacia el interior y hacia abajo. Sucede cuando se debilitan los tejidos de soporte de la región inferior de la pelvis. La falta de sostén hace que las paredes de la vagina se debiliten, caigan y colapsen. También se ven afectados otros órganos o estructuras que se encuentran cerca de la vagina.
“El prolapso vaginal es un problema que afecta a toda la población femenina en general, no es un problema específico de un grupo, de una cierta parte del mundo o de una raza”, contaba el galeno. “Es altamente común, lo que pasa es muchas pacientes no lo discuten porque les da vergüenza y porque piensan que no hay manera de corregir el problema, pero sí que hay muchas maneras de corregirlo”.
Por suerte, no se trata de un problema de vida o muerte, aunque sí “es un problema de calidad de vida. Hay muchas pacientes que tienen prolapso vaginal y viven una vida muy normal. El problema está presente, pero es tolerable. Sin embargo, hay otras para las que el problema existe y están muy incómodas”, continuaba explicando el Dr. Kamerman.
Esta complicación es anatómica, lo que quiere decir que la solución es quirúrgica: no se va a arreglar con un tratamiento. “Hay varias cirugías, cada una diseñada para el defecto específico”, comentaba el ginecólogo y obstetra, con lo que hay una buena noticia: no hay una sola cirugía para todos los diferentes diagnósticos del prolapso vaginal, sino que cada uno tiene su intervención específica para mejor centrar el problema.
“Típicamente, hoy en día estas operaciones se pueden hacer vaginales, no tienen que ser por una herida abdominal. La hospitalización suele ser de 24 horas y, en algunos casos, la paciente se puede ir el mismo día a su casa. Y la recuperación suele durar entre dos y seis semanas”, explicó Kamerman.
Por otro lado, “las cirugías tienen diferentes niveles de éxito: ninguna es exitosa al 100%. Algunas son exitosas a ese nivel por un tiempo limitado y después de 5 años comienzan a fallar las cirugías. Ahora mismo, en este campo de especialización hay muchas técnicas diferentes, materiales que estamos usando que ayudan a mejorar las probabilidades de éxito de largo plazo”, decía el Dr. Kamerman.
Junto con la edad, las mujeres que han dado a luz de forma natural tienen más probabilidades de sufrir de prolapso vaginal. “Sería muy raro una mujer que no ha tenido parto vaginal tener prolapso vaginal –pero puede pasar-. La cesárea protege contra el prolapso, pero”, puntualizó rápidamente el ginecólogo, “no es una razón aceptable para hacer cesárea automáticamente”.
Tipos de prolapso vaginal
El prolapso vaginal es un término general, dentro del cual se refiere también a los siguientes problemas –hernias de la cavidad pélvica-:
• Cistocele (vejiga caída): cuando involucra el frente de la vagina y la vejiga
• Rectocele: cuando involucra la parte posterior de la vagina y el recto
• Enterocele: cuando involucra la parte superior de la pared vaginal y el intestino delgado
• Prolapso uterino: caída o deslizamiento del útero desde su posición normal en la cavidad pélvica hacia la cavidad vaginal
Severidad del prolapso vaginal
• De primer grado: prolapso dentro de la parte superior de la vagina
• De segundo grado: prolapso más profundo dentro del canal vaginal
• De tercer grado: prolapso hasta la abertura vaginal o más allá de la abertura
Causas
• La edad
• Los partos vaginales
• Los partos vaginales numerosos
• Los partos vaginales de bebés muy grandes
• Los partos vaginales traumáticos, por ejemplo con el uso de fórceps
• Laceraciones graves
• Episiotomía agresiva (la realización de una incisión quirúrgica en la zona del perineo femenino para ampliar el canal “blando” y así abreviar el parto y apresurar la salida del feto)
Síntomas
• Presión vaginal
• Sensación de llenado o pesadez vaginal
• Sensación de tirón en la pelvis
• Malestar en la vagina
• Dolor en la parte baja de la espalda que se alivia al recostarse
• Frecuencia urinaria
• Micción al reí¬r, toser, estornudar o hacer ejercicio
• Dificultad con las evacuaciones intestinales
• Relaciones sexuales dolorosas
Prevención
• Los ejercicios de Kegel: consisten en realizar un esfuerzo consciente para tensionar los músculos pélvicos. La sensación es similar a cuando se intenta evitar la micción. Cada tensión (contracción) de los músculos debe mantenerse por 10 segundos y luego relajar. Repita este paso un total de 10 veces por cada perí¬odo de ejercicios. Toda la rutina deberí¬a repetirse cuatro veces al dí¬a.
“De esta manera se refuerza la musculatura pélvica y eso ayuda a mejorar las probabilidades de que no se desarrolle este problema, pero no es completamente 100% efectivo. Funciona en muchos casos, mejora la condición, pero no es una cura”, explicó el Dr. Kamerman.
• Hable con su obstetra, “para que no permita que empuje durante mucho tiempo cuando está pariendo la paciente, así como que no se haga el parto vaginal de los bebés muy grandes”, recomendaba el galeno.