REDES INSOCIALES: Una realidad ficticia
¿En qué momento pasamos de tener convivencias de calidad a chats grupales?
Es verdad que el mundo actual requiere del uso de la tecnología, y si desistiéramos de usarla, quedaríamos aislados de muchos acontecimientos sociales, tanto de las noticias internacionales y nacionales de interés general, como de acercamiento con nuestros seres queridos, pero en los últimos años las cosas se han salido de control, pues nos hemos convertido en esclavos de las redes sociales creando una realidad ficticia, paralela a la real.
Se pasa más tiempo pendiente del mundo virtual y de los contactos de la Web, que invirtiendo tiempo valioso en compañía de las personas cercanas física y moralmente, que nos aprecian por lo que somos en realidad.
Hace falta el contacto humano y cara a cara, las pláticas en persona, los encuentros espontáneos, las idas a tomar café con los amigos o las visitas familiares a la hora de la cena.
Esto fomenta a que muchas personas se refugien detrás del teclado, sean tímidas y retraídas en el día a día, convirtiéndose así en desconocidos detrás de una pantalla cuyo único fin es ser percibidos en su universo que en realidad no existe.
Las redes sociales han alejado a las personas de la verdadera vida social, creando un mundo irreal por el cual algunos cubren sus inseguridades buscando aceptación a través de likes y follows al publicar sus fotos.
- Últimamente el tema de la infidelidad cibernética ha sido el protagonista de las rupturas amorosas, pues las redes sociales han abierto puertas a las posibilidades de que las parejas tengan otras formas de interacción con otras personas que están fuera del vínculo.
- La creación de nuevas cuentas en redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, entre otras, lleva a la persona a crear un nuevo self, una versión mejorada e idealizada de sí mismos, es decir, se crean una imagen completamente nueva y diferente de como es en la vida real, aumentando su frustración y decepción al momento de interactuar.
- Hay quienes hacen de las redes sociales su estilo de vida y ocupación; son los llamados blogueros. Ellos comparten contenido para entretener, informar o vender. Y seguramente en muchos de los casos, pasan por dificultades económicas, siendo no todo fácil y perfecto como lo muestran al público.
Está bien compartir virtualmente nuestros gustos, logros o noticias a nuestros seres queridos, siempre y cuando se tenga consciencia del límite y las consecuencias del uso de la tecnología.
Pero más que eso, el mundo necesita gente despierta que se admire a sí misma, que sea más libre y sobretodo auténtica.